“Comer bien” es una expresión que nos lleva a una fascinante aventura histórica y lingüística.
Comer bien: una expresión de origen medieval
En general, para entender “faire bonne chère”, debemos mirar los orígenes de la palabra “chère”. Esta palabra proviene del francés antiguo, que no era realmente la lengua de Molière que conocemos hoy. En aquella época, "querido" se refería principalmente al rostro o la apariencia de alguien. En otras palabras, estaba relacionado con lo que era agradable de ver.
De lo agradable a lo testarudo
Según lo que puedo deducir de los anales de la historia lingüística, "faire bonne chère" originalmente significaba mostrarse de buen humor hacia alguien o dar una cálida bienvenida. En la Edad Media, acoger a alguien con “buena comida” significaba ofrecerle una buena cara, en definitiva, una hospitalidad cálida y benévola.
Evolución hacia la convivencia gastronómica
¿Y cómo llegamos a asociar esto con la gastronomía? Bueno, ya sabéis que a la gente le gustaba la buena compañía y que la comida jugaba un papel esencial en esas cálidas bienvenidas. Estas recepciones solían ir acompañadas de suntuosas comidas y, poco a poco, "faire bonne chère" evolucionó hasta significar comer bien y festejar. Es una auténtica transición de la cordialidad al placer de la mesa.
El paso del tiempo y las transmutaciones lingüísticas
A veces es una verdadera lucha comprender todas estas transformaciones porque la lengua francesa siempre ha sido dinámica. La palabra “querido” terminó confundiéndose con “cher”, transformando el significado de la expresión. Hoy en día, decir "faire bonne chère" puede sugerir "faire bonne chère", jugando un poco con el lado suave y sofisticado de las comidas.
Una pequeña nota sobre el uso modernista
Si puedo ser sincero, hoy en día rara vez se escucha esta expresión espontáneamente en la calle, excepto quizás entre los amantes de la comida más exigentes. Se ha vuelto raro, pero aún conserva ese encanto del viejo mundo, una especie de guiño al pasado, especialmente cuando te tomas el tiempo de disfrutar de una buena comida con amigos.
Entre la evolución y la conservación
Por lo que he leído aquí y allá, las expresiones en el idioma francés pueden estar sujetas a los caprichos del tiempo igual que nosotros. “Comer bien” es un ejemplo. ¡Es una metáfora viviente de nuestra conexión histórica con el lenguaje y la cultura! Así que la próxima vez que comas una buena comida, recuerda que también estás mordiendo pedazos de historia y de idioma.
Para concluir, básicamente, “faire bonne chère” ilustra bien el recorrido de nuestra lengua, donde el arte de comer bien se alinea con el placer de vivir bien. Está delicioso, ¿verdad?