Para entender la distinción entre las comunidades judías asquenazíes y sefardíes, profundicemos en la historia y las especificidades culturales de estos dos grupos.
Orígenes históricos
Judíos asquenazíes
Los judíos asquenazíes tienen sus raíces en Europa central y oriental, particularmente en Alemania, Polonia, Rusia y Hungría. Su historia se remonta a la época medieval, con un importante desarrollo cultural en Polonia, donde en el siglo XI pudieron practicar su religión con total libertad durante siglos.
Judíos sefardíes
Los judíos sefardíes, por su parte, proceden de la península Ibérica. Su presencia es muy marcada en España y Portugal. Hasta finales del siglo XV prosperaron allí hasta su expulsión forzosa en tiempos de la Inquisición (1492 en España y 1496 en Portugal). Después de esto, muchos huyeron al norte de África, Oriente Medio y partes del sur de Europa.
El idioma de los ashkenazim
Una característica notable de los ashkenazíes es el yiddish, una lengua que mezcla el alto alemán con elementos hebreos y eslavos. El yiddish ha servido como un vector cultural de importancia crucial, con una rica tradición literaria.
Lengua sefardí
Los sefardíes, por su parte, desarrollaron el ladino, una lengua derivada del español medieval, intercalada con influencias hebreas y árabes. Este dialecto sigue utilizándose en algunas regiones y también conlleva una tradición literaria distintiva.
Prácticas y tradiciones religiosas
Ritual Ashkenazi
En materia de liturgia, los ashkenazíes siguen el ritual ashkenazí. Sus prácticas religiosas incluyen algunas variaciones específicas en la lectura de la Torá, la pronunciación del hebreo y las melodías utilizadas durante los servicios religiosos.
Ritual sefardí
Los sefardíes siguen el rito sefardí, que se distingue por su particular acento, con un nubani más pronunciado, y por la integración de ciertos poemas litúrgicos (llamados "piyyutim") diferentes a los de los ashkenazíes. Además, su música litúrgica está influenciada por melodías de Oriente Medio.
Cocina y cultura
Gastronomía Ashkenazi
En el aspecto gastronómico, la cocina asquenazí incluye platos como pescado gefilte, sopa de pollo con kneidlach y latkes. Estos platos forman parte de una tradición culinaria influenciada por el clima frío de Europa del Este.
Gastronomía sefardí
Por otro lado, la cocina sefardí se inspira en la cuenca mediterránea con platos como la paella de pescado o diversos cuscús. Especias como el azafrán y variedades culinarias muestran claramente la influencia ibérica y árabe.
Algunas transformaciones contemporáneas
En el mundo de hoy, vemos un encuentro de estas culturas, especialmente en Israel, donde las dos comunidades coexisten. Hasta donde sé, hoy en día aproximadamente el 50% de los judíos israelíes son de origen sefardí. Esto da lugar a intercambios e influencias mutuas en todos los aspectos, como la gastronomía, las prácticas religiosas y los idiomas.
¿Qué los une?
A pesar de estas diferencias, comparten una identidad judía común, arraigada en la Torá y la ley judía. En mi opinión, lo que los une a largo plazo es su resiliencia común frente a los desafíos históricos y su apego a los valores familiares y religiosos.
Las distinciones entre ashkenazíes y sefardíes son numerosas, pero enriquecen el mosaico cultural del judaísmo. Al comprender estos matices y complementariedades, descubrimos no sólo prácticas diversas sino también una profunda unidad cultural.